Mantén la calma.

Además de su función de aislamiento térmico, las espumas FEF y PEF también ofrecen ventajas acústicas, por ejemplo, para los sistemas de tuberías. El resultado: mayor confort en la vivienda o mayor seguridad laboral, según el edificio.

Aplicaciones acústicas

Un gorgoteo en la tubería de la calefacción, un chapoteo en la tubería del agua: los ruidos de fondo de este tipo pueden ser muy molestos. Afectan tanto al confort de la vivienda como al entorno laboral, y su causa puede encontrarse directamente en el edificio. Las espumas sintéticas para aislamiento térmico tienen aquí una ventaja adicional positiva. Además de sus prestaciones de aislamiento energético, también reducen el nivel de ruido de las instalaciones técnicas.

Controla el ruido

No es raro que los equipos técnicos de los edificios produzcan ruido. Por ejemplo, los líquidos en los sistemas de tuberías generan distintos niveles de ruido de flujo. Estas fuentes de ruido son fáciles de reconocer en edificios residenciales o de oficinas. Los materiales de aislamiento FEF y PEF pueden utilizarse para reducir tanto la transmisión como la emisión de este ruido molesto.

Contribución a la seguridad laboral.

No sólo en el interior, sino también en el exterior de un edificio, las instalaciones técnicas provocan a veces una contaminación acústica permanente. Diversos sistemas de aire acondicionado, refrigeración y ventilación pueden alcanzar volúmenes elevados y causar molestias al vecindario. Las empresas comerciales, en particular, dependen de estos sistemas. En caso de duda, la autoridad de supervisión del comercio decide si una emisión de ruido debe calificarse de impacto ambiental nocivo. También en este caso, el uso de materiales técnicos aislantes puede ayudar a minimizar determinados niveles de ruido hasta valores permitidos.

Desacopla acústicamente los componentes.

Las ondas sonoras se transmiten de un componente a otro cuando hay contacto directo, como vibraciones que viajan de superficie a superficie. Si se rompe esta conexión física, se elimina el puente acústico entre los sólidos. Los expertos hablan entonces de “desacoplamiento”. Si las tuberías aisladas desaparecen en la pared, no hay contacto directo con el material de construcción de la pared. Esto significa que la transmisión del sonido -si no se evita por completo- se minimiza en gran medida.